La Perla / John Steinbeck

 

La perla
John Steinbeck

A propósito del punto de partida y las posibilidades.

Kino y Juana son una pareja que sobrevive cazando perlas en el Golfo. Tienen un hijo, Coyotito, al que su mamá aún le da la teta. Viven en las afueras de la ciudad, al lado del mar que es su fuente de vida, en una choza, igual a las de sus parientes, de sus vecinos. De su comunidad.  Su capital más preciado —el único— es la canoa familiar.  Un escorpión pica al chico y el suceso se convierte en un problema de la comunidad. Salen en busca del médico, pero no tienen plata para pagar la consulta. No tienen plata para ser atendidos por un médico que sueña volver alguna vez a Paris. Y el doctor no los atiende.

Pero hay un golpe de suerte. En el momento que la infección en el hombro del pequeño remite, su papá encuentra una PERLA enorme. La más grande que haya conocido la comunidad.

Y empieza la verdadera historia.

¿Puede un marginado cambiar su vida a partir de un golpe de suerte?  Podemos, incluso, pensar que no se trató de la fortuna, sino atribuirle al MÉRITO de Kino —audacia, perseverancia, astucia, capacidad pulmonar para el buceo— el haber conseguido la perla o, lo que es lo mismo, el boleto para salir de la miseria. Entonces: ¿Puede? O hay en la sociedad un tejido, una suma de determinismos que hacen imposible la tarea.

A Kino y a su compañera —no pudieron casarse ante el Señor, porque no tenían plata para el “servicio”— los intentan estafar, robar, cazarlos. Extirparle la suerte, el mérito, el destino.

Al notar lo difícil que es vender la perla a un precio justo; desesperado, el personaje manifiesta que debe conseguirle una oportunidad a su hijito. Su hijito tiene que aprender a leer y escribir.  A conocer lo que dicen los libros que, por ejemplo, lee el doctor que no quiso atenderlos y, que cuando se enteró de la perla, se llega a la choza un par de veces.

John Steinbeck (De ratones y hombres, Las uvas de la ira) nos plantea varios dilemas en esta novela corta. ¿Puede la suerte de un marginado convertirse en su propia desgracia? ¿Hay una red invisible que sólo permite el ascenso social de algunos? ¿Esa red incluye creencias religiosas, supersticiones manipuladas, años de sometimiento, autoridades civiles, vecinos?

La perla es un buen libro, con una temática vigente —siempre es una tentación caer en trillado “hoy, más que nunca”—. Se lee rápido y queda en la cabeza por unos días.


Título: La perla.

Autor: John Steinbeck

Año: 1945

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